Hoy os voy a contar como preparar unas patatas con tres salsas,
bueno os voy a explicar cómo hacer las tres salsas en un momento.
Hace un par de años en fiestas del pueblo cenábamos en un bar, en
el que acompañan sus platos de carne con una fuente de patatas cuadradas y tres
salsa: brava, alioli, y kétchup. Aquel día se me acerca lucia:-- Hola Lucia—le
digo disimulando mi alegría.
--Hola Beandel – con una sonrisa que ilumino el bar, o eso me
pareció a mí. Que gusto cuando percibes alegría en alguien al verte. Sobre todo
si es alguien como Lucia, ya os he contado algo sobre ella, es una chica
simpática, agradable y muy atractiva. Siempre intento medir mucho mis palabras
y actos con ella, no quiero dar la impresión de estar interesado, o por lo
menos no tanto como lo estoy en realidad, ya tengo una mujer encantadora, que
no tiene nada que envidiar de Lucia y dos niñas preciosas. Pero la verdad que
me gusta esa sensación que se me queda cuando flirteo un
poquito con Lucia, sobre todo porque ella me sigue siempre, es más, me supera
con creces, o eso me parece a mí, ¿será cierto? O me engaño… y es que me cuesta
mucho creer que Lucia esté atraída por mí.
Os cuento como hacer las salsas:
Alioli: en realidad es una mahonesa con ajo, así todos podréis
hacerla. Se machaca un poco de ajo en un mortero o con un prensa ajos, yo suelo
poner un diente por cada 100gr de mahonesa, si le quitas el brote del centro
dicen que no repite. Mezclamos con la mahonesa y listo.
Brava: Mezclamos salsa de tomate con tabasco, hay una variedad de
tabasco ahumada más suave y con un toque ahumado que me gusta mucho, yo
normalmente pongo esta.
Kétchup: trituramos salsa de tomate, azúcar moreno, vinagre,
cebolla, pimiento verde, sal… os voy a poner cantidades para que vayáis
probando, lo mejor es que las vayáis variando e introduciendo más
especias a vuestro gusto. 250 ml de salsa de tomate, media cebolla
pequeña, medio diente de ajo (sin el germen), un poco de pimiento verde (un
cuarto de los italianos) 25gr de azúcar moreno, 30cc de vinagre, una pizca de
sal.
Como os he contado, en el bar que cenamos en fiestas sacan estas
salsas con unas patatas cuadradas. Al salir, con el contraste de temperatura, en
el bar hacía un calor sofocante, un escalofrió me sacudió todo el cuerpo. –
¿Frío?—me dice Jotas.
--El cambio de temperatura—antes de terminar la frase veo como
Lucia se me acerca y me abraza mientras dice:--ven, yo te doy calorcito--.
Se me pasa el frío al instante, en realidad no siento nada, ni veo
nada, parece como si el mundo hubiera acabado, nada existe… poco a poco voy
tomando consciencia del entorno, lo primero que veo es la cara de Jotas, él
está más estupefacto todavía, supongo que de envidia. Yo sé que Lucia le
encanta.
Busco y rebusco en mi mente en busca de algo que decir, algo con
lo que agradecer el abrazo, algo bonito pero que marque un poco de distancia --bueno, vamos a tomar algo—oigo decir
torpemente y creo que lo dije yo. Lucia me suelta y asiente, veo una ligera
sonrisa en su boca y una chispa de decepción en sus ojos.